La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que los países pobres podrán acceder a 120 millones de pruebas de diagnóstico de COVID-19 rápidas y poco costosas en los próximos seis meses, así lo dieron a conocer el lunes la organización y sus socios, con la condición de encontrar fondos.
“Tenemos un acuerdo, tenemos un principio de financiación y ahora necesitamos el importe total para poder comprar estos test”, declaró el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante una rueda de prensa telemática.
Cada prueba cuesta 5 dólares (4 euros), pero tanto la OMS como sus socios señalaron que el precio deberá bajar más. Estos test rápidos “dan resultados en aproximadamente 15 y 30 minutos, en lugar de varias horas, incluso varios días, por un precio menos elevado y con un equipo menos sofisticado”, subrayó Ghebreyesus.
“No son la panacea” porque son algo menos precisos que los test llamados PCR (prueba nasofaríngea), reconoció Peter Sands, el director del Fondo Mundial de la lucha contra el Sida, la malaria y la tuberculosis, que añadió a la lista el covid-19. Pero “esto permitirá a los países con ingresos bajos y medios llenar la gigantesca brecha que separa a los países ricos de los países pobres en materia de test”, indicó. El Fondo Mundial aportará 50 millones de dólares (42 millones de euros). Sands destacó igualmente que 120 millones de pruebas sólo son suficientes para dos semanas. El primer pedido debe hacerse esta semana, precisó.
Las pruebas rápidas son muy cuestionadas en diferentes denuncias de la ciudadanía y por especialistas. En el Perú, el exdirector del Instituto Nacionald de Salud (INS) del Ministerio de Salud, Ernesto Bustamante cuestionó en Marzo la compra de estos tests que se vienen realizando en el país sudamericano, porque pueden dar resultados falsos (falsos positivos y negativos).