El Ejecutivo a través del Decreto Supremo Nº 349-2020-EF del 22 de noviembre de 2020, aprobó la emisión interna y/o externa de bonos, hasta por el monto equivalente a US$ 4 000 000 000,00 (CUATRO MIL MILLONES y 00/100 DOLARES AMERICANOS), con la finalidad de financiar los gastos de prevención y contención del COVID-19; la reactivación económica en el 2020 y los gastos previstos en el Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2020 afectados por la caída de la recaudación producida como consecuencia del COVID-19.
El Decreto Supremo es firmado por Francisco Rafael Sagasti H., Presidente de la República y por Waldo Mendoza Bellido, Ministro de Economía y Finanzas.
Al respecto, la emisión de los bonos soberanos en el mercado internacional, se realizó en diferentes tramos de vencimiento y tasas, informó el director general de la Dirección de Tesoro Público del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), José Olivares.
Señaló además que, las condiciones mejoraron sustancialmente para que el Perú saliera a los mercados internacionales a emitir tres clases de bonos: el Bono Global 2032 a un plazo de 12 años con una tasa cupón de 1.86% por aproximadamente 1,000 millones de dólares; el Bono Global a 40 años con vencimiento en el 2060 con una tasa cupón aproximada de 2.78% por 2,000 millones de dólares y un bono muy especial, que es un hito histórico para el Perú, a 101 años con vencimiento en el aniversario patrio del 28 de julio en 2121, y que ha salido con una tasa cupón cercana al 3.20%. Este bono se está convirtiendo en el bono de más largo plazo del mundo en la actualidad.
Olivares, explicó que, la demanda fue bastante diversificada, un 44% provino de Estados Unidos, un 32% de Europa y un 24% de Latinoamérica y Asia. Se destacó la presencia de importantes inversores internacionales como BlackRock y Goldman Sachs Asset Management, entre otros.
Entre los aspectos que reforzaron la confianza de los inversores, indicó que uno de ellos es la institucionalidad en el manejo económico del país: “Instituciones como el Banco Central de Reserva (BCR), el Ministerio de Economía y Finanzas, y la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP son consideradas por los inversores internacionales como una fortaleza en el manejo de la economía peruana”.
Por su parte, el ministro de Economía y Finanzas de Perú, Waldo Mendoza, precisó que la deuda pública con respecto a la producción nacional aumentará de un 28% del PIB a un 35% a fines de este año y hasta un 38% en el 2021.
Por otro lado, el doctor Pedro Grado Smith, profesor de Economía de la Universidad de Lima, le dijo a la BBC Mundo que, “En este caso, de lo que se trata es de obtener financiamiento para el presupuesto público que a raíz de la pandemia se ha incrementado, dado que han aumentado las necesidades, pero han disminuido los ingresos”. También señaló que, este tipo de emisiones puede también traer graves consecuencias, principalmente un sobreendeudamiento.
“Lo que habían calculado inicialmente los expertos y analistas era que nuestra deuda no debería ser más de 30% del PIB. Hoy día esa deuda ha superado el 30% de ese PIB, por lo que habrá que ser muy cuidadoso en las siguientes emisiones”. “Dicho de otra manera, al habernos endeudado, todavía tenemos espacios, pero el camino hacia delante debe ser más austero, porque tenemos el riesgo a la puerta”. “La corrupción es como un cáncer y si no se le combate, podría inundar el Banco Central y destruir la estabilidad macroeconómica que se ha tardado en construir 30 años”. “A pesar de todas las crisis políticas, en los últimos 30 años Perú logró cierta macroestabilidad económica que ahora es importante mantener. Si en paralelo a esa macroestabilidad económica tuviéramos una estabilidad política, estaríamos camino al desarrollo” señaló.
En criterio del experto, Perú cuenta con lo necesario para un mejor desarrollo económico, pero los resultados de esto dependerán en gran parte de la clase gobernante.