Sin duda una figura muy importante y que poseía luz propia. Un académico que por su sapiencia siempre me impactó. Lo recuerdo en sus programas en donde nos enseñaba de su amplísimo saber histórico. Jamás me aburría escucharlo. Realmente admiraba a este anciano. No me perdía ninguno de sus programas en Canal 7. Me refiero a Luis Alberto Sánchez, que hoy cumpliría 119 años, pues nació un día como hoy en el año 1900. Uno de los políticos que dejó huellas en el Partido Aprista Peruano, y por quién siempre guardo un respeto hacia su persona y sus conocimientos que con tanta naturalidad nos brindaba, y siempre matizaba con relatos de su experiencia personal. Para mí siempre es un gusto muy personal recordarlo, y cómo pasar por alto el día de hoy, en su onomástico. Personajes como él, sin desmerecer a algunos que conozco, muy escasos por cierto en los tiempos actuales.
Y claro que Sánchez, por su amplia trayectoria, merece ser recordado como un gran maestro. Cuando sólo contaba con 13 años de edad, su padre le obsequió el Diccionario Histórico del Perú, de Mendiburu y la Historia de la Conquista de Prescott, lo que avivó su inquietud intelectual. Acá es importante resaltar ello. Cuán bueno es obsequiar a nuestros hijos buenos libros, es digno de imitar ello. Es así como este joven estudioso ingresó a los 17 años de edad a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en la cual se doctoró cuando sólo contaba con 22 años. Sin duda un alumno muy destacado, y más adelante un maestro muy reconocido. Amaba a su Alma Mater. Fue Rector hasta en tres períodos de la Decana de América (1946-48; 1961-63; 1966-69). Bajo su gestión se construyó la Ciudad Universitaria, la Imprenta de San Marcos, la Escuela de Periodismo, entre otras importantes obras. Algo que me impacta repasando su trayectoria, es que fue admirado por su vida íntegra, correcta.
Otro punto más, que él no concebía una Universidad aislada de la sociedad, sino que todo lo contrario, íntimamente ligada a las necesidades de la sociedad. Como fecundo escritor, se recuerda su obra “La Universidad no es una isla”, “Perú: Retrato de un país adolescente”, “Novela sin novelistas”. entre otras.
En cuanto a su trayectoria política, en el Parlamento era también un deleite escucharlo. Estuvo con Haya de la Torre, en la Asamblea Constituyente, la cual prácticamente la dirigió, pues Haya estaba muy enfermo. Era un demócrata y muy respetuoso de la Constitución Política del Perú. Reemplazó a Alan García en varias oportunidades cuando éste salía de viaje, fuera del país.
Una vez más resalto, para mí es una gran satisfacción, y como sanmarquina, al cual era todo un deleite escucharlo, dado su amplísimo saber, y cuando anciano su gran lucidez y gran bagaje mezcla de sus conocimientos y vivencias personales. Hoy más que nunca, cuánto necesitamos de peruanos como él. Saludos, Soc. Hilda Padilla Sánchez