Desde este sábado los test obligatorios de la covid-19 para las personas que llegan a Alemania de regiones o países de riesgo, son gratuitas. El primer ministro del estado federado de Sajonia-Anhalt, Reiner Haseloff menciona la medida es necesaria “para asegurarse de que los viajeros son controlados sanitariamente”.
La prueba puede realizarse hasta tres días después de entrar en el país y es absolutamente gratuita. Aeropuertos, estaciones de ferrocarril y puestos fronterizos en carreteras y autopistas han montado centros provisionales para poder realizar el análisis nada más llegar a Alemania, aunque también es posible realizar el test en la consulta del médico de cabecera.
El número de personas jóvenes contagiadas de la covid-19 ha aumentado apreciablemente en Alemania en comparación con la de más de edad. Eso se desprende del registro de órdenes de ingreso hospitalario del seguro de enfermedad Barmer, una de las grandes cajas sanitarias públicas alemana. En el espacio de cuatro semanas los ingresos por contagio en clínicas y hospitales germanos de personas de hasta 39 años de edad han aumentado un 31%, mientras que entre los asegurados de más de 40 años el aumento en el mismo espacio de tiempo ha sido solo de un 1%.
“No se ha superado ni por lo más remoto la pandemia de coronavirus. Todo lo contrario. Crece cada vez más al parecer el peligro de que se produzca una segunda oleada”, señaló el presidente de Barmer, Christoph Straub. Si no se respetan las normas de higiene y distancia física social se ponen en peligro vidas humanas, subrayó Straub, quien hizo un llamamiento a la gente joven a respetar las reglas para evitar la propagación del virus.

Susanne Johna, presidenta de la Federación Marburg, la más importante y mayor asociación de profesionales de la medicina en Alemania, ha advertido contra la creciente negligencia en el respeto a las normas de higiene para evitar contagios con la covid-19. “Estamos apreciando un aumento continuado de las cifras de infecciones. Es plano, pero está ahí”, ha señalado la doctora, quien habló de “una tendencia que deja claro que no podemos seguir así” y exigió que se observen de manera consecuente las reglas de distancia física, uso de mascarillas e higiene. Johna enumeró además comportamientos que no deben ser permitidos.
“Entre ellos figura tolerar que la gente lleve en el transporte público la mascarilla cubriendo la barbilla. En un vagón abarrotado el peligro de contagio es el mismo que en un gran espectáculo muy concurrido”, señaló la presidente de la Federación Marburg, quien reconoció que hay quien no reconoce ya el peligro del virus.
“Muchos ya no lo consideran una realidad porque no conocen a nadie realmente enfermo en su círculo de conocidos”, explicó Susanne Johna , que se mostró partidaria de la reapertura de los centros educativos tras las vacaciones veraniegas. “El colegio es un espectáculo de masas, pero uno que debemos permitirnos”, mientras se establezcan y respeten normas de higiene efectivas, dijo finalmente. Fuente : El Heraldo