El viceministro de Salud de Ecuador, Xavier Solórzano, ha informado que seis de cada diez personas contagiadas por el COVID-19 no cumplen con las medidas impuestas por el estado, como es el aislamiento obligatorio. Esto también se refleja en la capital Quito, donde hay un repunte de casos, y los hospitales están casi colapsados.
El viceministro de salud, mencionó lo siguiente ante la prensa : “En mayo tuvimos 54% de personas que sabían que estaban contagiados, que rompieron el aislamiento por hasta siete horas al día (…) Y en junio subió a seis de cada diez, 59,5%”.
Xavier Solórzano indicó que en la capital, con 2,8 millones de pobladores, un “78% de las personas no quiere aceptar esos controles de movilidad, no quiere aceptar el uso de mascarilla” y “peor el distanciamiento social, que significa no reuniones, no farras, no juergas”.
Ecuador aplica un semáforo que establece el nivel de peligro, en el que el color rojo contempla las medidas más duras como un toque de queda de once horas diarias. Un 95% de localidades del país, incluida Quito (con toque de queda de ocho horas), está en amarillo, un nivel intermedio de alerta. Pero el Defensor del Pueblo, Freddy Carrión, pidió la semana pasada a las autoridades endurecer las medidas de confinamiento en la capital debido al colapso de las unidades de cuidados intensivos.
El gobierno ecuatoriano empezó desde mayo a flexibilizar las medidas de cuarentena para reactivar la golpeada economía. Ante la pandemia, la nación está desde marzo en estado de excepción, medida que se extenderá en principio hasta agosto.