Mediante un referéndum realizado el miércoles pasado, la población rusa votó a favor de una reforma constitucional, entre los cuales, era definir también el matrimonio sea entre hombre y mujer, y así prohibiendo el matrimonio homosexual.
La reforma constitucional fue válida para el 77.92% de los votantes. La nueva redacción de la carta magna rusa incluye una serie de enmiendas -206 en total- sobre cambios en la vida política y social del país.
Entre las modificaciones en la nueva Constitución destacan la indexación anual de las pensiones de los rusos, la inclusión de Dios en la Constitución, el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer, así como la prohibición de ceder territorio a otros países.
El referéndum, aparentemente destinado a restaurar la “protección familiar” rusa, también cambió la Constitución de Rusia para que el presidente Vladimir Putin pueda retener el poder hasta 2036. La ley rusa ya no permite el matrimonio homosexual.
La nueva enmienda codifica una “defensa de la institución del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer; la creación de condiciones para la educación decente de los niños en la familia, así como las responsabilidades de los hijos adultos en el cuidado de los padres”.
Un folleto oficial del estado que promueve las enmiendas los enmarca como recientes en Rusia sobre “valores familiares tradicionales”, declarando “el matrimonio como una unión de hombre y mujer, respeto por los hijos de los ancianos, confianza y cuidado para todas las generaciones de una familia”.
Los materiales promocionales para la enmienda, ocultaron el hecho de que la presidencia de Putin se extendió efectivamente por otras dos décadas.
La última vez que los rusos votaron para cambiar su constitución fue en 1993. Putin propuso las enmiendas en marzo, enfatizando el matrimonio como una “unión de un hombre y una mujer”, y nuevas referencias oficiales a “antepasados que legaron sus ideales y creer en Dios”.