Este año 1,11 millones de personas de clase media pasarían a la condición de vulnerables y 949.429 personas caerían en la pobreza producto de la crisis generada por la pandemia Covid-19, así lo estima el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima (CCL). Asimismo, advierte que, si no se logra impulsar eficazmente la economía, entonces la caída de ingresos no será́ temporal lo cual afectará las condiciones económicas de los hogares.
Hay que recordar que, en las últimas dos décadas, el crecimiento económico, la mayor ocupación y las mejores condiciones de empleo permitieron una rápida expansión de la clase media, definida (según el enfoque de seguridad económica del Banco Mundial) como aquellas personas con un nivel de ingreso diario entre US$ 10 y US$ 50 medidos bajo paridad de poder de compra (ppc). Siguiendo el mismo enfoque, con ingresos en ppc desde US$ 4 hasta US$ 10 se encuentra la clase vulnerable; es decir, un estatus intermedio que se ubica entre la clase pobre y media. El estudio se realizó́ empleando la Encuesta Nacional de Hogares 2019 (Enaho 2019) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
En los últimos 12 años (2008-2019), se observó́ un avance sostenido de la clase media en todas las regiones, evidenciando que los efectos del crecimiento económico no fueron exclusivos de Lima. A nivel nacional, este llegó a 15,198.945 habitantes, pasando la clase media de representar el 27,6% al 46,8% de la población.
En las regiones
A nivel regional, se identifican los grupos de clase media según la magnitud del cambio en puntos porcentuales (p.p.) que experimentaron durante ese periodo. Así́, entre las regiones con una clase media entre 10,5 y 14,0 p.p. figuran Apurímac, Huancavelica, Ayacucho, Ica y Puno. Entre 7,6 y 10,5 p.p. se ubican Huánuco, Cajamarca, Pasco, Lambayeque, Piura, Loreto, Áncash y Amazonas; mientras que entre 5,5 y 7,5 p.p. se tiene a La Libertad, Cusco, Arequipa, San Martín, Junín, Ucayali, Tacna y Moquegua. Entre 3,0 y 4,0 p.p. están Lima, Madre de Dios y Tumbes.
No obstante, pese al destacable crecimiento de la clase media, esta es insuficiente en regiones como Ayacucho, Apurímac, Puno y Cajamarca donde la pobreza monetaria es mayor, según el informe técnico de Evolución de la Pobreza Monetaria 2008-2019 del INEI. Por otra parte, la clase vulnerable ha oscilado entre el 33% y 37% de la población en el periodo de análisis. En 2019, la población vulnerable fue de 10,945.578 personas representando el 33,7% de la población total.
Empleo y Educación
En 2019, la población ocupada ascendió a 17,1 millones de personas y estuvo constituida en 52,1% por trabajadores de clase media y en 30,3% por clase vulnerable. Dentro de la clase media, el 57,0% se desempeña en una ocupación dependiente en comparación de la clase vulnerable donde el 41,0% participa de esta modalidad. En tanto, las ocupaciones independientes son predominantes en la clase vulnerable alcanzando al 42% de los ocupados mientras que en la clase media solo llega al 31,0%.
Los ingresos de los estatus sociales responden al capital humano que se posee. Las estimaciones realizadas a partir del Enaho 2019 muestran que 5,2 millones; es decir, el 35,1% de la clase media y 1,3 millones (12,8% los vulnerables) tienen como mínimo algún tipo de educación superior, técnico o universitario. Los logros en la educación superior se vinculan a la movilidad social. Es decir, mientras más se avanza en la clase social, el capital humano mejora. Es así́ que 406.628 personas de clase vulnerable y 1,081.848 de clase media se encuentran realizando estudios superiores.
Para preservar y reforzar esta tendencia es imprescindible que las facilidades financieras y tecnológicas otorgadas a la educación básica regular (inicial, primaria y secundaria), durante la actual coyuntura, también se amplíen para la educación superior para así́ no detener la senda de mejoría del capital humano.
Efectos de la crisis
Los resultados macroeconómicos en marzo y abril fueron negativos, con caída del producto en 16,3% y 40,5%; respectivamente, y del empleo en Lima Metropolitana en 22,3% y 65,4% respectivamente. La severidad de la crisis, con una proyección de caída del PBI para el 2020, según el Iedep de -12,9%, afectaría a la población que se encuentra en el límite inferior de cada clase sea media o vulnerable y que, por tanto, perdería tal condición. Así́, se estima que 1,111.000 personas de clase media pasarían a la condición de vulnerables y 949.429 personas de clase vulnerable a pobres.
El sector Comercio, que ocupa alrededor de la quinta parte de ambas clases económicas, 19,5% en vulnerables y 22,0% en clase media, registró una caída del empleo en Lima Metropolitana de 44,6% en el trimestre móvil marzo-abril-mayo de 2020; y las proyecciones para el resto del año son bastante negativas considerando que los establecimientos operaran con la mitad de aforo y que el e-commerce tiene aún baja penetración, lo que no permitiría recuperar el empleo perdido.
Servicios es la principal fuente de ocupación de ambas clases económicas, llegando a representar al 50% de ocupados de clase media y al 33% de clase vulnerable. Según el INEI, el empleo en ese sector cayó en 45,8% en el trimestre móvil marzo-abril-mayo y el producto en lo que va del año en 8,6%.
En los subsectores “Transporte, almacenamiento y mensajería” y “Alojamiento y restaurantes”, que concentran cada uno en promedio al 8,4% de los ocupados en ambas clases económicas, la caída del producto en entre enero y abril fue de 20,7% y 32,4%, respectivamente, esperándose una lenta reactivación debido a que son rubros que exigen alta concentración de público, quedando impedidos de operar al máximo de su capacidad.
El sector Construcción, donde laboran alrededor del 7%, registró una caída del producto de 34,9% y del empleo en 57,1% en el primer cuatrimestre. Sin duda, el sector Construcción será́ una pieza clave en las medidas de reactivación del Gobierno a nivel nacional y subnacional. Con todo ello, la proyección del sector es que se contraiga en 19,3%.
El sector Manufactura, donde se desempeña el 10,0% de la clase media y el 8,7% de los vulnerables, tuvo caídas de 6,9% y 25,5% entre enero y abril en los rubros de manufactura primaria y no primaria, respectivamente. De igual modo, la caída del empleo de 56,3% hace difícil la recuperación del empleo de un sector que no solo depende del mercado interno, sino también de la producción que se destina al mercado internacional.
Finalmente, la principal fuente de empleo en las áreas rurales del país es la Agricultura, que ocupa al 29,3% de la clase vulnerable y al 8,5% de la clase media. Las perspectivas para este sector son positivas, pues logró crecer 2,2% en los primeros cuatro meses y se estima que registraría una leve caída de 0,7% en el presente año, debido a que cumple el rol de primer eslabón en el proceso productivo de alimentos. Sus resultados serían un atenuante para más de 1,5 millones de trabajadores de clase vulnerable que se desempeñan en dicha actividad.
Deuda social
Al margen de lo señalado anteriormente por la CCL, recordamos que, existe una gran deuda social que el Estado mantiene con los ex servidores públicos (quienes han efectuado largos procesos judiciales y obstáculos puestos por los Procuradores del Estado), con la finalidad de que les paguen sus beneficios sociales, reintegros por ley, intereses, fonavistas, indemnizaciones por expropiaciones, entre otros, que este Gobierno, ha paralizado sus pagos afectando los derechos y la economía de miles de peruanos.