Nuestra excelente compositora y cantante peruana, nació un día como hoy, 3 de setiembre de 1920 en Apurímac. Hizo sus estudios en Lima. Y a los 12 años de edad descubrió su talento musical.
Más adelante tuvo programa musical en Radio Nacional y Radio Miraflores en donde animaba a cantantes aficionados. Gana un concurso con el vals “Lima de veras” en 1948. Más adelante, en 1950 escribe el vals “La flor de la canela” con la cual alcanzó notable notoriedad a nivel mundial. Como ya es sabido por muchos, esta obra la escribió en honor a doña Victoria Angulo, una bella señora de raza negra que vivía en el Rímac.
El día del cumpleaños de esta señora, Chabuca se la cantó, el día 21 de julio de 1950. Ella era dueña de una voz aguda, que fue afectada a raíz de una operación a la garganta, que la volvió en voz grave. Sin embargo, cabe destacar su estilo tan peculiar, y estilizado, que le brinda una belleza artística muy especial sin duda. Y que para mí, en lo personal, no mella en absoluto la voz grave con la que siguió cantando y encantando a sus oyentes. Su aporte es muy valioso.
Chabuca rompe la estructura rítmica convencional del vals peruano. Se aprecia una estrecha relación entre letra y melodía. Bueno, como ya mencioné, “La flor de la canela” le abrió las puertas de la notoriedad a nivel internacional con recitales. Se suman a esta composición, “Fina estampa”, “José Antonio”, con las cuales también obtuvo grandes reconocimientos y éxitos.
Tenemos canciones como “Callecita encendida”, “El puente de los suspiros”, “Paso de Vencedores”, entre otras.
Su producción musical no se quedó en el vals, sino que también compuso tonderos, vals criollo y los ritmos negroides. Entre estos últimos tenemos “El surco”, “Me he de guardar”, “Zeñó Manué” Así como compuso en honor a Javier Heraud.