Un problema de larga data en nuestro país, pero que, sin embargo, jamás se justifica su presencia. Desde la llegada de los españoles, los cuales se llevaron nuestras riquezas, pasando por el tiempo en que se explotó el guano de las islas y el caucho, vimos cómo se esfumaban nuestros anhelos de una sociedad con una economía holgada, merced a la corrupción que imperaba.
Ya en tiempos más actuales, bajo el gobierno de Fujimori, su asesor Montesinos, se encargó de corromper a importantes autoridades y funcionarios. Es así como a través del tiempo, “se volvió una costumbre” el tema de la corrupción en nuestro país.
De tal manera que se ha enraizado acá, pero es en los últimos tiempos, cuando ha salido a la luz, cómo la empresa Odebrecht ha corrompido Presidentes de la República en el Perú. Uno tras otro. El tema ahora es, si es posible que salgamos del fondo en el cual andamos metidos.
Es importante fortalecer la institucionalidad en el país, y para ello necesitamos de gente honesta y transparente, que esté totalmente dispuesta a seguirse fajando por el Perú, sin intereses mezquinos, y que no estén absolutamente involucrados en temas de corrupción, o que de alguna manera hayan sido beneficiados por ella.
Sin duda, un tema muy difícil de afrontar, pero al mismo tiempo enteramente necesario y urgente. Nuestra sociedad urge de ello, anda muy enferma. La población ya no confía en sus autoridades; es decir, estamos en crisis. Por otro lado, ya se nos vienen las elecciones municipales, y esto es toda una situación, en la cual ya estamos viendo que los hijos, esposas, hermanos, etc. de los actuales alcaldes están candidateando para reemplazar al familiar que está en el cargo y a punto de finalizar su gestión. Un vicio que también es necesario extirpar de nuestro medio.
Clanes que quieren seguir en el poder, no por vocación de servicio, sino motivados por intereses personales, afán de poder. Todo ello propicia que la corrupción siga creciendo en nuestro amado país. Necesitamos fortalecer los partidos políticos.
Ya basta de tanta mezquindad, de tanta corrupción! El pueblo peruano tiene que aprender a votar por gente honesta, transparente que quiere realmente servir a su país y no servirse de él. Entran pobres y salen ricos. De esos ya tenemos de sobra, y van a tener que ir a la cárcel. Basta de impunidad! Ahora es el momento del cambio!
Es imprescindible que es pueblo se eduque! Ya basta de tanta televisión basura que adormece y atonta a nuestro pueblo! El cambio empieza por casa. Enseñemos a nuestros hijos valores y principios, no sólo con la palabra, sino también con el ejemplo. Bueno, es todo por ahora.